jueves, 3 de agosto de 2017

CANTO DE MI CAMPO

EL CANTO DE MI CANTO
En el alba de una tibia mañana, emerge el sol que con sus rayos rojizos adsorbe el breve rocío de una noche, que se despide suntuosa y anhelante en que vuelva el crepúsculo y disfrutar del placer del cosquilleo, de los mozos enamorados y gustosos, admirados de la luna y las estrellas.
Cuando mansa y prudente cruzan las primeras aguas, de una lluvia en las montañas y el sentir de las ráfagas de viento, que llevan con sigo el olor, abanado de los valles.
Los cantos sin tristezas de las aves cruzando el cielo que amaneció azuloso, más las dulces melodías del ruiseñor, que como poeta derrochas versos al aire con sus cantos.

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